La maquinaria incorporada por el Consorcio Público Metropolitano ya funciona en las plantas de tratamiento de residuos. Los equipos prometen la reducción del volumen total de desechos, el incremento de la vida útil del relleno sanitario y un aporte positivo al impacto en el medio ambiente. La optimización del trabajo se potencia con la utilización de nuevas sistemas que eficientizan la gestión de basura en San Felipe y en Overo Pozo, según explicó Eugenia Andrade, presidenta del organismo. “Esto es nueva y mejor tecnología; mejora la operación y el cuidado del medio ambiente”, precisó.
El equipamiento adquirido había sido presentado por las autoridades del Consorcio la semana pasada, en un acto encabezado por la intendenta de la Capital, Rossana Chahla, y el gobernador, Osvaldo Jaldo, en el que celebraron el cambio de mando en la gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) por parte de la UTE adjudicataria que compró los equipos.
Ayer por la mañana, integrantes del ente público recorrieron la planta de San Felipe para supervisar los trabajos realizados. Julieta Migliavacca, secretaria de Ambiente de San Miguel de Tucumán; Pablo Quiroga, de Yerba Buena; y Pablo Paiz Magli, gerente de la planta de reciclado de Tafí Viejo fueron acompañados por Andrade por las instalaciones del Consorcio.
En primer lugar, los funcionarios valoraron que la nueva trituradora permite disminuir el volumen de la vida útil de las celdas y reducir la huella de carbono. Migliavacca aportó que “es una máquina de tecnología alemana, única en la Provincia, que es sumamente importante”. “Recién hicimos una prueba donde vimos que tres cubiertas de tractores son trituradas y cómo el volumen que ocupaban esas tres cubiertas fueron reducidas hasta casi un 30% del volumen, lo cual es sumamente importante para reducir los viajes hasta Overo Pozo”, explicó. Por su parte, el material pasado por la nueva compactadora evitará que el agua de lluvia pueda infiltrarse entre los residuos y aumente el volumen de los líquidos lixiviados.
Un dato aportado por Andrade es que una batea que antes viajaba con 14 toneladas de residuos, gracias a la trituradora, hoy puede duplicar su capacidad hasta 28 o 29 toneladas. Sobre la metodología, Quiroga destacó que el propósito es generar una mejor calidad ambiental para Tucumán, pero que para ello es indispensable contar con el aporte y la responsabilidad de los ciudadanos. “Esta maquinaria redunda en un gran beneficio para el Gran San Miguel de Tucumán porque la vida útil de la celda, que es donde se va a hacer la disposición final, se va a prolongar y se puede llegar a triplicar”.
Por su parte, Magli valoró la incorporación de un sistema más tecnológico para la gestión de RSU. “Con esto podemos reducir cuatro a uno lo que vamos a ir trasladando desde San Felipe a Overo Pozo, eso significa reducir un gasto importante para todos los municipios que integran este Consorcio Metropolitano”, resaltó el taficeño.